
Don Manuel, un hombre con una nueva familia
A lo largo de mi vida, perdí contacto con mi familia y me encontré solo. Pensé que ya no había esperanza para mí, que mi tiempo había pasado. Pero cuando llegué a la fundación, sentí que todo cambió. Los cuidadores me trataban como si fuera su propio abuelo, y los otros abuelitos me hicieron sentir parte de una nueva familia. Mis días se llenaron de actividades y risas, y ahora, aunque ya no tengo a mis hijos cerca, siento que aquí tengo una familia que me cuida y me valora."